Por mucho que algunos niños, adolescentes, jóvenes e, incluso, adultos piensen que ser piloto o participar en las carreras de autos no requiere contar con conocimientos científicos, no es así. Y es que en cada artículo presente en una carrera de autos hay muchas horas de trabajo, estudio, análisis, cálculos, ensayo y error.
Muchas veces, oímos decir a las caras visibles de las carreras, es decir, los pilotos, que agradecen a cada uno de los miembros del equipo que trabaja arduamente para lograr que el auto llegue a la meta, sin haber ocurrido ningún accidente. Y estas palabras, reconocimientos y agradecimientos son muy acertados, ya que los profesionales que no se ven en las carreras, estudian y trabajan arduamente para incorporar tecnología de punta a cada centímetro del vehículo.
Asimismo, si vemos la evolución que han experimentado, t
anto los motores y neumáticos, como las pistas, carrocería, y demás implementos que utilice el piloto al momento de ejecutarse la carrera, vemos que se ha movido a pasos agigantados.
En el caso de la ingeniería mecánica y el diseño de motores cada vez más eficientes, por supuesto que la educación científica es fundamental. Por lo que las personas y profesionales que consideren que un piloto de carrera de automóviles tan sólo necesita la fuerza necesaria para evitar que el manubrio del auto se le resbale y la concentración requerida para tomar las curvas a gran velocidad, y dejar atrás a los demás competidores, están equivocados. Los pilotos -y el resto del equipo de la escudería- hacen mucho más que eso. Ellos realizan cálculos matemáticos en cada metro de la carrera que recorren.